De nuevo una escapada a Barcelona para ver a Alicia Keys, esta vez para disfrutar también de la telonera, Melanie Fiona. De nuevo una escapada para disfrutar.
El concierto, obviando el que no dejaran ponerte de pie (madre mia! ni que estuviéramos escuchando a la Filarmónica...) genial, Melanie Fiona luchando contra la lacra del telonero y es que en realidad nadie ha ido a verte a ti (excepto yo en este caso) y claro es más dificil ganarte al público, pero se lo curro y estuvo grande, con su imponente voz y su particular estilo, y Alicia Keys...pues sinceramente no hay palabras para describir sus conciertos. Su voz, su talento al piano...
Hubo de todo, la piel como escarpias y las lágrimas a punto de saltar con Pray for forgiveness, la llamada con Superwoman, y por fín todos de pie con No one.
Y el cierre, Empire State of Mind con ese alucinante fotomontaje de Nueva York y saltando todas las barreras para acercarme al escenario.
Y luego el jueves, de paseo por Barcelona, el barrio gótico, la playa y la rambla, y cuando llegué el jueves por la noche a casa no parecía que apenas hubieran pasado 36 horas desde que estaba encerrada en Kinépolis de formación...
Así de loca es la vida a veces, por lo menos la mía, jejeje