martes, 15 de octubre de 2013

Sin motivo aparente

Apenas llevo aquí hora y media y no sé cómo aguantaré nueve más. Hoy es uno de esos días pastosos, lentos, en los que te sientes abotargada y triste y te gustaría esconderte bajo las mantas, haberte quedado en casa durmiendo, soñando, con otra vida. Porque en días como hoy tu vida no te gusta.

Nada ha desencadenado este estado de ánimo. Puede que sean un cúmulo de cosas. El día gris, el atasco, el cansancio, pero todo eso ha estado ahí otros días y no me ha hecho sentir así.

Supongo que todos tenemos nuestra montaña rusa con sus subidas y bajadas, todos tenemos nuestro punto de inflexión tanto para estar bien como para estar mal. Hoy solo quiero llorar. Sin motivo, o por lo menos sin motivo aparente.