lunes, 17 de septiembre de 2018

De tenistas

Me sorprende que siga dando juego la final femenina del US Open de este año. Que siga viendo tuits sobre si Serena hizo bien o mal, o si las estadísticas le dan la razón o no.

Desde mi punto de vista (opinión completamente personal). Es cierto que hay machismo en el tenis. Unos días antes del incidente que protagonizó Serena Williams a Alize Cornet le pitaron una falta por cambiarse la camiseta en la pista (salía del vestuario y se la había puesto al revés), cuando los hombres se cambian de camiseta en la pista constantemente y no pasa nada.
Es cierto que la lectura así sin más no es correcta. Si Cornet se hubiera cambiado la camiseta entre un juego y otro no hubiera recibido warning, pero la norma indica que si acabas de salir del vestuario (cosa que acababa de hacer Cornet) no puedes cambiarte la camiseta. Norma absurda, si, pero real. Que el juez debe tener dos dedos de frente y saber qué normas aplicar, también, y esta no tiene ningún sentido, y de hecho fue eliminada fulgurantemente de la normativa en los días posteriores.
De hecho Serena sufrió machismo cuando el director de Roland Garros dijó que no volvería a permitir su mono de cuerpo entero en las pistas de la tierra batida de París. No le veo quejándose porque los hombres vayan en tirantes o marcando el largo de sus pantalones.

Pero lo de Serena de este US Open no es machismo, ni racismo, lo de Serena fue una rabieta porque iba perdiendo. El coaching fue admitido por su entrenador, y no es la primera vez que vemos a Serena fuera de sus casillas. Como en su momento a McEnroe, como a Kyrgios, como a Youzney, pero el hecho de que lo hagan hombres también no significa que esté bien hecho, que lo hagan hombres también, no le da la razón. Lo que le pasó a Serena es que se cruzó con uno de los jueces más estrictos del circuito, tanto para ellas, como para ellos. Ramos ha tenido problemas con Djokovic, Nadal le espetó que no le volvería a arbitrar (le pitó varios warning de tiempo seguidos), así que no es un problema del juez Ramos contra Serena, es que el juez Ramos aplica las normas, quizás demasiado escrupulosamente.

Resumiendo. En el tenis hay machismo, en la vida hay machismo, pero Serena Williams se aprovechó de este hecho para disfrazar su derrota ante Naomi Osaka, y con eso, perdió toda la razón del mundo.